martes, 12 de abril de 2011



El cerebro, en realidad, es como las dunas en una playa: lleva las huellas de nuestros actos, de nuestras destrezas acumuladas, de nuestras decisiones. Y tambien, como ha quedado claro en los ultimos años, de nuestros pensamientos. Sabemos ahora que solo con imaginar que tocamos el piano provocamos un cambio fisico en la corteza motora del cuerpo. Es lo que denominamos neuroplasticidad, que implica que las estructuras cerebrales no se limitan a las funciones determinadas por la genetica encriptada en el ADN y por el entorno de la niñez

1 comentario: